El derecho humano a la no discriminación y las personas con discapacidades mentales
Hola estimadas y estimados lectores, en esta ocasión me gustaría que reflexionemos sobre un tema que no es tan “famoso”, sin embargo, es un problema social, que por lo tanto afecta nuestra vida en comunidad.
Antes, quisiera platicarles dos cosas que me han dejado pensando estos días. En primer lugar, esta semana los educandos regresaron a clases, entonces, todos los días que voy a recoger a mi descendencia directa, paso por dos escuelas para llegar, cuando regresaba a mi hogar, en un cruce peatonal había como diez personas tratando de cruzar y nadie les daba el paso, entonces pues claro me detuve, solo que yo iba en el carril izquierdo, y ¿qué creen?, pues nada, que los del carril derecho no se paraban, hasta que un señor de una camioneta lo hizo, pero ante me vio, cómo pensando si debía detenerse o no, bueno se detuvo y le sonreí, porque me di cuenta que el lo hizo pues por me vio parada, porque nadie se paraba. A lo que pretendo llegar con esto, y me gustaría que reflexionemos, es que en los seres humanos aún existe un poquito de humanidad, solo hay que motivarla.
En segundo lugar, sobre el tema que hoy quiero plantear, es acerca de discriminación para, con o hacia las personas con discapacidad mental. Pero ¿qué es una discapacidad? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2024) la define cómo: cualquier restricción o impedimento de la capacidad para realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera “normal” para el ser humano. Y como discapacidad mental brinda la siguiente definición: una enfermedad mental generada por factores bioquímicos o genéticos, donde los síntomas se presentan por lo general en la adolescencia, puede ser temporal o permanente y se convierte en una condición de vida, afecta la forma de pensar, de sentir o la habilidad para relacionarse, así como el funcionamiento de la persona (OMS, 2024).
En relación con estas definiciones difiero en algunos términos, por ejemplo, que es lo “normal”, o bien si una persona tiene discapacidad mental quiere decir que ¿ya no funciona?
En mi opinión tendríamos que dejar de considerar términos como lo normal o anormal, o lo funcional y no funcional, y comenzar a pensar que en todo caso son seres humanos que realizan sus actividades de otra forma.
Entonces, respecto a la discriminación hacia las personas con discapacidad mental, antes que nada, debemos saber que existen una variedad de patologías mentales: los trastornos depresivos, ansiosos, el espectro autista, el espectro de la esquizofrenia, trastornos psicóticos, la demencia, entre otros. De los cuales la mayoría son farmacológicamente tratables, otros como los crónico-degenerativo-neurológicos como el Alzheimer, la demencia senil, entre otros, al ser de diferentes características etiológicas biológicas, físicas, son difíciles de tratar, porque además van avanzando, pero con el debido acompañamiento psiquiátrico-neurológico-farmacológico algunos síntomas se aminoran.
Regresando al tema que nos atañe en esta ocasión, y recordando que todos los seres humanos tenemos acceso y derecho a gozar de los derechos humanos, las personas con discapacidad mental difícilmente tienen acceso a varios de ellos, por el contrario, se les discrimina por su condición, por ejemplo, la mayoría no tiene acceso a contar con un tratamiento integral adecuado, tampoco tienen en muchos casos, acceso a un trabajo, o derecho a tener una vivienda. En el caso de la salud, en los hospitales psiquiátricos viven en condiciones insalubres: los tratan mal, generalmente no tienen una atención integral, es decir, además de su tratamiento farmacológico requieren acompañamiento psicológico, de trabajo social o acceso a actividades que les permitan continuar viviendo, digamos una vida digna.
Al salir por falta de recursos de los familiares, o simplemente por que en muchos casos son abandonados por la familia, no tienen a donde ir, o que vestir o que comer, son extraños en este mundo, si pasamos o vemos a alguna persona así nos alejamos, le llamamos “loco”, “trastornado”, les tenemos miedo o aversión, y continuamos nuestro camino. Y sabes, estimada y estimado lector, también son seres humanos, que en todo caso solo necesitan ayuda, afecto, atención. No estoy generalizando, aclaro, pero en la mayoría de los casos así sucede, desgraciadamente.
Y me gustaría que pensemos por unos minutos, uno: que debe hacer el Estado para solucionar este problema social, y una vez más, el Estado que en teoría debería garantizar, proteger, promover y respetar los derechos humanos, los viola o simplemente no brinda las condiciones para que ello suceda, lo cual es lamentable. Y nosotros cómo sociedad, cómo comunidad, cómo seres humanos ¿Qué podríamos hacer?
Personalmente me gustaría que tuviéramos conciencia de que las personas con discapacidad mental son seres humanos, a quienes no debemos discriminar, ayudar no nos quita nada, si puedes emplear a alguna persona en esta situación ayuda, claro, deben llevar un control médico, no obstante, en nuestro país parece que hay otros temas “prioritarios”, en este sentido. Como comunidad les invito a no discriminar a nadie que conozcan o que no conozcan, y hablo de cualquier enfermedad psiquiátrica, mental. Si les llega a tocar tener contacto con un ser humano en esta situación y si no puedes ayudarle, te pido que no lo discrimines.
Gracias, saludos y resistencia.
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