Más de un medio ha informado la restauración que está en proceso en el campanario del Ex Convento de San Francisco en Tlaxcala, así como también dan a conocer la controversia, inconformidad y distintas opiniones que ésta ha causado.
Las opiniones van desde aquellos que están a favor del cambio, argumentando que la obra que se alzó en el siglo XVI sea finalmente terminada como se planeó y ven esto como un progreso para nuestro estado.
Sin embargo, son más las opiniones que no están de acuerdo con esto. Es tal la inconformidad, que se ha iniciado ya una petición a través de Change.org, en la que hasta ahora han firmado más de 1,000 personas.
Detengan la horrenda «restauración» de El Campanario del Ex Convento de San Francisco
Es el título que lleva la petición ya creada en Change.org
Topiltzin Xochitiotzin Ortega (hijo del muralista y cronista Desiderio Hernández Xochitiotzin) llamó la atención por su postura ante los trabajos por sus palabras sin censura:
“Mi Sr. Padre, Don Desiderio Hernández Xochitiotzin, Cronista de Tlaxcala por más de 20 años, Delegado de monumentos coloniales (INAH) por 23 años y defensor de patrimonio cultural por toda su vida, se estaría desgarrando los vestidos en señal de indignación, esto no es remodelar, es masacrar nuestro pasado! Así no lograran que sea patrimonio por la UNESCO, de hecho no lo será, lo único elegido para México fue la película de L. Buñuel Los Olvidados. Que chingue su puta madre a quien se le ocurrió esto!!!!”
Destacó también la de Rafael García Sánchez, (historiador y promotor cultural:
La aberración que más de un tlaxcalteca siente no es precisamente a la restauración, sino al color (la parte más alta de la torre ha sido pintada en un atractivo color blanco y amarillo) y el acabado liso que se le está dando.
Esto no hace más que terminar ocultando los colores naturales de las piedras que aún son visibles en algunas zonas, con las que originalmente fue construida, que tanto la ha caracterizado y que pareciera una grave alteración a esta torre con alto valor cultural e histórico.
Aún cuando muchos creen que este argumento puede ser válido, el Consejo de Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) verificó y aprobó que estos colores fueran utilizados, por el rastro que se encontró de ellos en la historia de su planeación y construcción desde el siglo XVI.
Juan Luis Isaza, experto mundial, avaló el color amarillo en los hallazgos de vestigios encontrados por el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Este hecho no hace más que combatir el segundo argumento que han usado los ciudadanos que están en contra: El temor de que la reconstrucción no le permitiera avanzar en su inscripción a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO que se entregó e inició en 2020 por el gobernador Marco Antonio Mena.
Varios expertos y conocedores representantes de dependencias y organizaciones no solo confirman que la restauración no hace más que reforzar el valor del edificio y que estos trabajos conservan la infraestructura y el daño que inevitablemente causa el paso del tiempo.
La Secretaría de Cultura Federal aseguró que “la restauración cumple con las normas nacionales e internacionales, pues la intención es preservar la autenticidad y la integridad de los valores patrimoniales del inmueble”.
Esperemos que todo el revuelo no cree una consecuencia peor:
Una restauración incompleta.
en múltiples ocasiones las intervenciones de los organismos como los citan en este medio han publicado los proyectos a ejecutar, en esta ocasión ese anuncio oficial fue OMISO, es perfectamente lógico que la gente manifieste su reacción ante modificaciones que no son anunciadas, aquí se toman la libertad de nombrar a solo dos personas que han manifestado su desacuerdo ante esta situación, somos mas personas que no estamos de acuerdo con esta ejecución, pese a ello siguen avanzando en los trabajos, la consecuencia principal es una ejecución adversa al patrimonio de los tlaxcaltecas.