Del derecho humano de libertad de expresión y una sociedad moralista
Hola estimadas y estimados lectores, en esta ocasión quisiera que reflexionáramos sobre un tema que particularmente genera en mí cierta controversia; “las redes sociales y la libertad de expresión”, para comenzar ¿qué son las redes sociales?
Una definición aproximada es que son plataformas digitales conformadas por diversos grupos de personas que tienen intereses en común, que permiten el contacto entre ellas, el intercambio de información, es decir, es un medio de comunicación. Sin embargo, a diferencia de otros medios como periódicos o revistas, en las redes sociales podemos interactuar; “comentar” o “publicar”, ahora bien, ¿las redes sociales tienen límites?, desde mi perspectiva sí y no, ¿Por qué?, si por que la propia plataforma tiende a censurar algunos contenidos o palabras, pero si puedes “publicar”, “ver” e incluso “opinar” en un video sobre violencia de todo tipo, desde una persona golpeando a otro, una mujer que atacan, personas que se burlan de otras personas, entre otras, discriminación; de género (este tema particular lo abordaré en los siguientes párrafos), gustos musicales, de vestimenta incluso hasta de alimentación. En este contexto, no podemos hablar de sexualidad abiertamente por que censuran algunas palabras, pero sí, a través de comentarios podemos criticar, juzgar, burlarnos, etc. Entonces ¿hay libertad de expresión o no la hay?
Pues bien, en relación con la discriminación a la comunidad LGBTQ+, planteo lo siguiente: en marzo de 2024 la cámara de diputados aprobó las reformas a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal que prohíben y sancionan penalmente las llamadas terapias de conversión; mecanismos que tratan de obligar a las personas a cambiar su orientación sexual. Dichas reformas imponen hasta 6 años de prisión a quienes financien, lleven a cabo u obliguen a las personas a someterse a terapias, prácticas u otros tratamientos dirigidos a reorientar su sexualidad, cabe mencionar que en el caso de los padres de familia que incurran en estas conductas, se aplicarán sanciones a consideración del juez.
En este contexto, ya expliqué que las redes sociales son un medio de comunicación y también son un medio en el que todas las personas pueden expresar su opinión, porque tenemos derecho a la “libertad de expresión”. En relación con la reforma que mencioné en el párrafo anterior, que fue publicada en una red social, y en otros medios de información, había una serie de comentarios negativos, aberrantes, groseros, burlones, y moralistas. Pero les explico, el derecho humano a la libertad de expresión dice que “todos tenemos libertad de expresarnos libremente, siempre y cuando no dañemos”, y les pregunto ¿esta serie de comentarios no generan daño?, desde mi perspectiva sí, dañan a las personas de la comunidad LGBTQ+, a personas que como yo, estamos a favor de la diversidad sexual, y a la sociedad en general, por el simple hecho que todos somos seres humanos, todos tenemos derechos a ser respetados y respetar, esta idea no genera ningún daño, es más bien un acto de amor, de amor por la humanidad, el emitir o no comentarios que puedan generar o causar cualquier tipo de daño.
En la actualidad existe mucha controversia en relación con la comunidad LGBTQ+, hay estados completamente conservadores, otros donde abiertamente no lo son. En general, me parece que, si bien no es algo que celebrar, ya que aún falta mucho por hacer, si es un paso que ayuda a disminuir la discriminación.
Si bien las redes sociales, también proporcionan información valiosa, la mayoría de las personas se enfocan en otros contenidos, claro, el contenido es para toda una variedad de grupos, pero quizá sea tiempo de repensar que “comentamos”, ¿a quien puede afectar?, ¿qué implica en nuestra sociedad el tener libertad de expresión y si dicha libertad tiene límites “convenientes”? o ¿qué uso le damos a las redes sociales?, me gustaría estimados lectores y lectoras que reflexionemos sobre ello, quizá nuestra sociedad necesite un poco mas de armonía y menos moralismos o juicios.
Me despido de ustedes agradeciendo el tiempo que tomaron para leer estas líneas.
Gracias.
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