Del derecho humano a una alimentación adecuada y los hábitos alimenticios en México
Hola estimadas y estimados lectores, en esta ocasión me gustaría que reflexionemos sobre un tema que involucra el derecho humano a una alimentación adecuada.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) todos los seres humanos tenemos derecho no solo a una ración mínima de aportes nutricionales, sino que tenemos derecho a todos los elementos nutritivos que una persona requiere para vivir una vida activa, y a los medios de acceso a ellos, lo que lo convierte en un derecho incluyente, es decir, todos los seres humanos tenemos derecho a contar con un acceso regular, libre y permanente, a una alimentación cualitativa y cuantitativamente adecuada y suficiente, que garantice una vida psíquica y física, colectiva e individual libre de angustias, digna y satisfactoria.
Ahora bien, el tema controversial que aquí me permito plantear, es ¿Por qué México es el país que ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en obesidad adulta y el primer lugar en obesidad infantil?, a primera vista parece ser un problema de salud, sin embargo, este, como la mayoría de los problemas que afectan a nuestra sociedad es un problema sistémico, esto es, un problema derivado del mal funcionamiento de varios sistemas, como la economía, la problemática ambiental y la cultura, entre otros. Y ustedes se preguntarán ¿Por qué? Si alguna vez vieron la película Cloud Atlas, podrán darse cuenta que en nuestra vida todo esta enlazado. El mundo es como un sistema de engranajes donde si uno llega a fallar el sistema general falla.
En este sentido, y dado el tema que les planteo, en primer lugar, el problema de la obesidad en nuestro país es un problema de salud dado que este padecimiento provoca otras enfermedades tales como la diabetes, hipertensión, que derivan en altos índices de mortalidad. Una vez más, todo es un sistema dentro de otro y así como un bucle. En México 50 millones de personas presentan sobrepeso u obesidad. Ahora bien, en relación con el sistema de salud en nuestro país, la falta de tratamientos integrales adecuados se refleja en estas cifras, pero también la cuestión económica.
Retomando lo que dice la ONU respecto a este derecho, tenemos derecho a contar con los recursos necesarios (monetarios) para adquirir aquellos alimentos indispensables para una buena nutrición, y mi pregunta es ¿realmente tenemos las condiciones monetarias para hacerlo? Si ustedes van a hacer la compra al mercado se podrán dar cuenta que alimentos como frutas, verduras, carne cada día aumenta su costo, si vivimos en un país que tiene cierta precariedad laboral, ¿Cómo una familia, con un ingreso mínimo, podría adquirir lo necesario para satisfacer sus necesidades nutricionales?
Siguiendo el ejemplo del mercado, cuando preguntamos el por qué de esta alza en los precios, encontraos respuestas como: – porque llueve mucho o porque no llueve, – es que hace mucho calor o mucho frío, y he aquí donde entra la problemática ambiental. La contaminación, el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad están generando estragos en la producción de alimentos, esto es, al contaminar el suelo este se vuelve infértil, al existir el cambio climático se produce el calentamiento global que provoca alteraciones en los ciclos de lluvia, o llueve mucho hasta provocar inundaciones o definitivamente no llueve, lo que provoca sequia; entonces tampoco hay condiciones para generar alimentos naturales. Si el suelo esta contaminado, lo está el aire y la lluvia, una vez más otro sistema dentro de un sistema.
Y, por último, pero no menos importante la cultura y los hábitos, vivimos dentro de un sistema cultural alimenticio en el que desgraciadamente, preferimos consumir productos ultra procesados, “alimentos chatarra” o de fácil acceso, que consumir productos naturales, y aquí nada tiene que ver el factor económico, porque si ponemos en una balanza el costo, me parece, en alimentos de fácil acceso es mayor que en alimentos naturales o de mayor aporte calórico. He aquí otro ejemplo, si acostumbran caminar, y si no lo hacen les recomiendo que lo hagan, en primero lugar por salud, y en segundo lugar porque les permitirá observar su entorno de manera meticulosa. Bueno si al caminar observan a su alrededor, la mayoría de las personas consumen refresco en lugar de agua, papitas en lugar de una manzana, no todos, pero la mayoría sí. Entonces ¿por qué nuestra cultura y nuestros hábitos alimenticios son más bien malos hábitos?
Como podemos ver nos encontramos ante un problema de mal nutrición, en donde diversos factores impiden el goce satisfactorio de el derecho a una alimentación adecuada. Otro condicionante es el Estado, pero en esta ocasión no ahondare en este punto. Basta decir y dejar la siguiente pregunta en el aire ¿Qué hace el Estado, en relación con sus obligaciones para con este derecho, para que las personas podamos gozar plenamente de él?
Por ahora me despido de ustedes estimadas y estimados lectores, agradeciendo el tiempo que se toman para reflexionar sobre estos temas, y en esta ocasión les invito a replantearse sus hábitos o malos hábitos alimenticios, para así encontrar una forma de contrarrestar padecimientos como la obesidad u el sobrepeso, que pueden afectar nuestra vida, en algunos casos de manera irreversible.
Saludos y resistencia.
Te invitamos a leer la edición anterior de Hablando de Derechos Humanos III y checar nuestras entradas más recientes: TORNEO AMATEUR DE BOXEO “PELEA DE GUERREROS EN HONOR A TLAHUICOLE”* ,